El informe Empleo y Evolución Social en Europa (Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión 2021), que muestra las diversas repercusiones de la crisis COVID-19, afirma que el impacto geográfico de la crisis ha sido desigual y puede ampliar las desigualdades regionales que ya existían antes de la pandemia.
La pérdida de puestos de trabajo fue 5 veces mayor en las zonas rurales que en las ciudades. Este hecho confirma la desventaja en materia de empleabilidad a la que se enfrentan las personas excluidas geográficamente. El mismo estudio señala que, en el conjunto de los Estados miembros de la UE, las regiones mediterráneas fueron las más afectadas por la pérdida de empleo.