La transición hacia una cultura de sostenibilidad requiere la integración de competencias de sostenibilidad en los sistemas de educación y formación para que los profesionales adquieran conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan convertirse en agentes capaces de gestionar la complejidad y la transición ecológica a través de la resiliencia.

La Comisión Europea ha priorizado el aprendizaje para la sostenibilidad ambiental en los próximos años (CE, 2020) y anima a los Estados miembros a utilizar GreenComp, el marco europeo de competencias de sostenibilidad (JRC, 2022), como referencia al implementar iniciativas de formación. Las competencias de sostenibilidad son cruciales para que los profesionales mantengan su empleabilidad a lo largo de su vida. Las denominadas habilidades “conductuales” son tan relevantes como las “duras” en los entornos laborales, ya que están relacionadas con la capacidad de las personas para adaptarse a un entorno en constante cambio.

GreenComp aborda las competencias conductuales relacionadas con una mentalidad de sostenibilidad y, por lo tanto, con la capacidad de las personas para ser “pensadores sistémicos y críticos”. El proyecto se centra en el contexto de las organizaciones como entornos informales de aprendizaje, donde las Comunidades de Práctica (CdP) desempeñan un papel crucial para estimular la colaboración interorganizacional y el intercambio de conocimientos (JRC, 2021).

Normalmente, las CdP son grupos de personas unidas informalmente por la experiencia y la pasión compartidas por una iniciativa conjunta o por un mismo objetivo. Algunas comunidades pueden tener o no una agenda explícita, e incluso si la tienen, es posible que no la sigan de cerca. Inevitablemente, las personas que integran las CdP comparten sus experiencias y conocimientos de forma fluida y creativa, lo que fomenta nuevos enfoques para los problemas (E. C. Wenger y W. M. Snyder, hbr.org).