Artículo 5: Errores financieros que cometen los jóvenes (y deben evitar)
Ser un joven europeo en un entorno en rápida evolución conlleva una gran cantidad de oportunidades. Sin embargo, poder utilizarlos de manera óptima requiere una toma de decisiones inteligente desde una edad temprana. Las decisiones financieras se encuentran entre aquellas que pueden afectar significativamente su capacidad para tener una vida de calidad a largo plazo. La educación financiera, junto con el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el pensamiento reflexivo, son herramientas para utilizar y generar de manera óptima tus activos financieros, independientemente de tu situación financiera actual. ¿Te preocupa dónde empezar a desarrollar estas competencias y cómo mejorar tu capacidad para desarrollar tu futuro financiero desde una edad temprana? ¿Qué tal empezar por comprender qué errores evitar?
Mientras preparamos una metodología para el juego educativo MayFin, que te ayudará con tus desafíos financieros actuales y futuros, identificamos algunos de los errores más comunes que cometen los jóvenes. La siguiente lista de 34 errores comunes le ayudará a reconocerlos y que debe evitar:
- Incurrir en deudas durante sus estudios más allá de satisfacer sus necesidades básicas (por ejemplo, pedir préstamos para actividades de ocio).
- Elegir un título/campo de estudio que no aumente su potencial de ingresos después de graduarse.
- No aprovechar subvenciones para estudiantes, becas, trabajos a tiempo parcial y otras oportunidades para acceder a activos financieros para cubrir sus gastos y/o construir su historial financiero.
- No desarrollar un historial financiero o construir un historial de gestión irresponsable del dinero (por ejemplo, pagos atrasados de facturas o falta de uso de productos bancarios).
- Subestimar el poder de crear carteras de ahorro/inversión a una edad temprana.
- Invertir en cosas que no comprende (por ejemplo, invertir en productos financieros complejos que prometen altos rendimientos sin comprender cómo funcionan).
- Comprar un coche a menos que sea económicamente justificable, o peor aún, pedir un préstamo para comprar un coche.
- No ajustarse a su presupuesto o vivir de sueldo en sueldo innecesariamente (por ejemplo, gastar dinero en todo tipo de gratificaciones en lugar de decidir cuáles son realmente importantes para usted y limitar los gastos de ocio en consecuencia).
- Permanecer en un trabajo que no le gusta por mucho tiempo (estar cómodo en lugar de desarrollar un plan para avanzar en su carrera con pasos prácticos y seguirlos).
- Olvidarse de pedir un aumento o negociar su salario cada vez que alcanza un hito relevante.
- No estar preparado para emergencias (por ejemplo, pérdida de empleo, reparaciones, desastres naturales, enfermedades, etc.). Vivir sin un fondo de emergencia y no estar preparado para lo inesperado.
- No tener control sobre sus finanzas (por ejemplo, compartir una cuenta con otra persona, como uno de sus padres, o no tener una cuenta).
- No establecer metas financieras.
- No reflexionar sobre sus hábitos de gasto y desempeño financiero (“sin conocer sus números”).
- No protegerse contra el robo de identidad.
- Incurrir en deudas por necesidades y/o no participar en actividades generadoras de ingresos para pagar sus préstamos y tarjetas de crédito (gasto excesivo y frívolo).
- Pagar demasiado por servicios financieros (por ejemplo, mantener cuentas en un banco caro cuando los competidores ofrecen soluciones más baratas).
- Tratar los reembolsos de impuestos como “dinero gratis” y gastarlos en su totalidad.
- Castigarse por cometer errores en los gastos, en lugar de utilizarlos para reflexionar y aprender de sus errores.
- Malentendido sobre productos financieros (p. ej., tarjetas de crédito).
- No utilizar descuentos.
- No comparar precios a la hora de tomar decisiones de compra.
- Asumir un alquiler que es una carga demasiado grande.
- Depender del apoyo continuo de los padres (no prepararse para la independencia financiera y no anticipar la posibilidad de que sus padres no puedan mantenerlo a largo plazo).
- No darse cuenta de cómo se suman las “pequeñas cosas” (por ejemplo, no tener en cuenta gastos como pequeños refrigerios o micropagos al planificar su presupuesto).
- Generar tarifas financieras al no anticipar sus necesidades financieras (por ejemplo, incurrir en tarifas de cajero automático al no planificar retiros de efectivo para pagos solo en efectivo, o tarifas de cambio de moneda para compras en línea en moneda extranjera).
- Olvidar pagos anticipados automáticos (p. ej., suscripciones online).
- No actualizar periódicamente sus planes financieros.
- No diversificar sus fuentes de ingresos.
- Ser ignorante sobre los impuestos.
- Confiar demasiado en los consejos financieros de la web (por ejemplo, basar las decisiones en publicaciones en las redes sociales, olvidar que las historias en línea se aplican solo a la situación específica de la persona que publica y no a su contexto específico).
- Elegir un trabajo de nivel inicial basándose únicamente en el salario inicial y omitiendo factores a largo plazo que afectan sus perspectivas financieras (por ejemplo, oportunidades de crecimiento o la posibilidad de adquirir habilidades relevantes).
- Creer que una profesión por sí sola puede hacerte rico e ignorar las habilidades empresariales y el emprendimiento como un posible paso profesional en la última etapa para aprovechar tus competencias y experiencia para generar riqueza.
- Asumir pagos interminables (por ejemplo, pagos mensuales que quizás no necesite: televisión por cable, suscripciones en línea, membresías en gimnasios o clubes de alta gama).
A través de las actividades del proyecto MayFin, podrás aprender más sobre cómo desarrollar las habilidades necesarias para afrontar con éxito estos desafíos. Siga el progreso del proyecto en las redes sociales y en nuestra página web para obtener más información y mejorar sus conocimientos financieros junto con las actualizaciones de MayFin.
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